Hace bastante tiempo, los bodgers ingleses fabricaron las patas de las sillas Windsor de las hayas que talaron en el bosque. La madera de larga duración asimismo se transformó en calzado campesino en forma de zapatos y zuecos. Y en las fundiciones de hierro de Alemania, Francia y también Inglaterra, la haya era el comburente. Los amplios bosques de hayas que una vez cubrieron grandes unas partes de Indiana, Kentucky, Ohio y el centro de Michigan eran de esta forma familiares para los primeros inmigrantes y viajantes europeos.
Mas los vanguardistas que se movían cara el oeste en la nueva tierra descubrieron que la haya americana medraba en los suelos más distinguidos. Con lo que con un hacha y una sierra, talaron los árboles para plantar cultivos. Al hacerlo, destrozaron la cosecha de nueces de la entonces incontable paloma mensajera. Este movimiento, conjuntado con la caza en masa, significó su extinción.
En nuestros días, si bien los bosques de hayas han desaparecido, el árbol prosigue siendo rebosante en su área de distribución. Su madera dura, flexible, fuerte y bonita, no obstante, da eminentemente material para el papel. Eso es pues el secado en horno de la haya en cantidades comerciales tiene sus contrariedades. No obstante, ciertas hayas se transforman en piezas de madera y muebles, como en barriles para avejentar la cerveza.
Características
Al paso que las especies de haya medran en todos y cada uno de los hemisferios, la que se halla en América del Norte es la haya americana (Fagus grandifolia). La “haya azul”, que comparte exactamente el mismo rango, resulta ser el carpe.
En elevaciones más bajas, la haya acostumbra a medrar en rodales puros, con árboles de hasta 120′ de altura y 4′ de diámetro.
La haya tiene una corteza inconfundible de color gris plateado refulgente que se ajusta a su leño como la piel plana. Semeja que solicita que le pongan sus iniciales a punta de cuchillo, como hizo Daniel Boone en un árbol de Tennessee: “D. Boone, mató a una barra en un árbol en el año mil setecientos sesenta”.
A inicios de la primavera, aparecen flores verde-amarillas con las hojas recién formadas en las ramas de la haya. Para el otoño, aparecen pequeñas nueces triangulares cubiertas por espinas. Estas nueces dulces y comibles dan a la vida silvestre forraje.
La madera de la haya se semeja al abedul amarillo, mas con un matiz de colorado en el duramen cobrizo más obscuro. La cepa de grano recto y textura uniforme tiene a menudo un atrayente jaspeado de listas. Es dura, fuerte y pesada.
Usos en la carpintería
Por el hecho de que el vapor de la haya se dobla tan de manera fácil como la ceniza, marcha bien para las patas y los respaldos de las sillas. En verdad, esta madera poco usada puede ser usada en cualquier género de muebles de interior, guardarropas, pisos y ornamentos. Como cajones, la haya se vuelve más escurridiza al frotarse contra otros miembros de la madera.
Los torneros de madera utilizan la haya para artículos como copas con tallos frágiles. Asimismo es ideal para recipientes de empleo alimenticio como tablas de recortar y cuchases por el hecho de que no da fragancia ni sabor, y aguanta el abuso. Los talladores, no obstante, hallan bastante difícil de abordar.
La haya no puede ocupar un contenedor en su tienda de madera dura, en especial si vive lejos de su alcance. No obstante, los grandes distribuidores que llevan esta madera dura generalmente la ofrecen a un costo inferior al del arce duro. Y, puede localizarla en tablas largas de hasta doce” de ancho, mas normalmente no como madera contrachapada.
El tenga que desarrollo lento de la parte norte de su rango le va a dar la mayor satisfacción en el trabajo de la madera debido a su grano más apretado. Mas evita las existencias que solo se secan al aire o bien invertirás tanto trabajo en deshacerte de la urdimbre, torsión, comprobación y decoloración como en fabricar piezas. En caso contrario, trabaje la madera con los próximos consejos.